Los síntomas del reflujo gastroesofágico son relativamente comunes en la población adulta. Es difícil que un adulto no diga haber sufrido en algún momento de su vida de acidez estomacal ante el consumo de algún alimento copioso o de con algún ingrediente específico.
Una sensación repentina y frecuente de ardor y malestar en la parte delantera del pecho, que no se puede atribuir a un alimento en particular o a una ingesta abundante de comida, se asocia a la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
¿La enfermedad por reflujo gastroesofágico ataca solo a adultos?
Esta patología es frecuente en la población adulta, sin embargo, es común que los niños, durante los primeros meses de vida, presentan episodios de reflujo debido a la inmadurez de los músculos gastroesofágicos.
Tanto en adultos como en niños, algunos de los signos que se presentan son:
- Vómitos.
- Molestias posteriores a la comida.
- Sensación de acidez.
- Malestar en el pecho y cuello.
Los síntomas en menores de edad varían dependiendo del grupo etario. Por lo general, los niños antes de los 6 meses pueden producir un reflujo normal, pero es cuando tales síntomas se vuelven difíciles de manejar cuando se recurre a pedir asistencia profesional.
Pero… ¿Qué es la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE)?
El aparato digestivo es un conjunto de órganos, mayormente huecos, que están encargados de la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes necesarios para el metabolismo celular. Una de las patologías que se presentan en este sistema es la ERGE o enfermedad por reflujo gastroesofágico.
El reflujo se produce cuando, por debilidad de los músculos que se encuentran en la unión gastroesofágica, los mismos no se contraen debidamente una vez el alimento ha pasado del esófago al estómago.
Por esta razón, el contenido estomacal, que es rico en ácidos, tiende a devolverse a la luz del esófago, lo que origina una serie de síntomas bien descritos y específicos que comúnmente se conocen como “reflujo”.
Estos síntomas son habitualmente:
- Dolor o ardor en la boca del estómago y pecho.
Estos síntomas pueden variar en relación a su intensidad, por lo que muchas personas los toleran en su vida cotidiana, sin que sea causa de mayor preocupación.
Cuando el reflujo constante se convierte en ERGE, el malestar es evidente, lo que deteriora la calidad de vida del paciente. Estos síntomas tienden a presentarse habitualmente luego de cada ingesta alimenticia.
¿Cómo se presenta la ERGE en menores de edad?
Si se trata de bebés lactantes, tanto la leche materna como las fórmulas lácteas ingeridas, regresan al tracto esofágico pudiendo salir por la boca, lo que puede considerarse un “eructo húmedo”.
Este reflujo también puede ser causal del reflejo nauseoso, lo que origina vómitos en los bebés.
Los bebés tienden a curarse espontáneamente de estos síntomas a medida que crecen, pero si por algún motivo estos síntomas perduran, deben ser tratados a nivel médico. Esto es más común en niños con algún tipo de padecimiento en la esfera neurológica, tanto motriz como sensorial.
En niños en edad escolar, la presencia de estos síntomas de forma recurrente debe ser tratada por un gastroenterólogo pediátrico.
¿Cuáles son los síntomas de la ERGE?
Los síntomas son variados, pero el síntoma principal es la acidez que se percibe como un dolor de variada intensidad a nivel del epigastrio y región inferior del pecho, la cual se presenta luego de la ingesta de alimentos con una duración de hasta 2 horas.
Esta sensación dolorosa puede presentarse sin necesidad de haber ingerido alimentos. Otros síntomas habitualmente referidos son:
- Vómitos.
- Sibilancias, si el contenido ingresa a las vías respiratorias (en el caso de niños).
- Irritabilidad o anorexia (En el caso de niños o adolescentes).
- Eructos frecuentes.
Estos síntomas pueden agravarse con el decúbito dorsal, por lo tanto, pueden presentarse a la hora de dormir o cuando el cuerpo esté en posición completamente horizontal.
¿Cuáles son las complicaciones de esta enfermedad?
Esta patología gastroesofágica pudiera ser causada por:
- Infecciones respiratorias (Laringitis, traqueítis, bronquitis, neumonías) si el contenido gástrico ingresa al tracto respiratorio.
- Esofagitis (Enrojecimiento e inflamación del esófago).
- Formación de tejido cicatricial en el esófago que dificulta el tránsito alimenticio.
Esta enfermedad interfiere en el adecuado proceso nutricional, ya que limita la ingesta de alimentos por sus efectos dolorosos.
¿Cómo se diagnostica la ERGE?
Buena parte del diagnóstico es clínico, es decir, se realiza con un simple examen físico y un interrogatorio exhaustivo de la sintomatología que presenta el paciente.
Es importante referir al médico tratante si existe algún alimento en particular que desencadena los síntomas.
Los exámenes más comúnmente referidos por el médico especialista son:
- Radiografía especial con contraste baritado: El contraste es un líquido que, dentro del organismo, permite evidenciar en la radiografía el reflujo del contenido gástrico al esófago, evidenciándose también cualquier anormalidad anatómica que favorece el reflujo.
- Estudio con sonda de impedancia de 24 horas: Al introducir una sonda por la nariz que llegue hasta la parte terminal del esófago, se determina la presencia de reflujo.
- Endoscopia gastroduodenal: A través de una cámara, los médicos examinan directamente las paredes de la porción alta del aparato digestivo (Esófago, estómago, duodeno), por lo que pueden evidenciar daños en las paredes de dichos órganos huecos, así como extraer una biopsia del tejido lesionado.
¿Cuál es el tratamiento de la ERGE?
El tratamiento variará dependiendo de la edad del paciente y la gravedad de los síntomas.
Las medidas generales más comúnmente indicadas son:
- Eliminación de ciertos alimentos que desencadenan los síntomas como:
- Cítricos.
- Cafeína.
- Levantar la cabecera de la cama en una inclinación de aproximadamente 30°.
- Abordar otras complicaciones de salud como:
- Infecciones, como la causada por la bacteria Helycobacter Pylori.
- Eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
El tratamiento farmacológico para la ERGE consiste principalmente en:
- Bloqueantes de la H2.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP).
- Antiácidos.
- Procinéticos (Que aumentan el tránsito gastrointestinal).
El tratamiento quirúrgico puede aplicarse en el caso de anomalías o malformaciones del tracto esofágico o de la cámara gástrica que contribuyen con los síntomas (hernia hiatal o estenosis esofágica).
Vista las posibles complicaciones de salud que se pueden presentar en los pacientes que sufren de reflujo constante, es importante que, ante la presencia recurrente de dichos síntomas, se acuda a una consulta médica, quien será el profesional adecuado para indicar el tratamiento a seguir según sea el caso.