Los bebés también pueden padecer de reflujo gastroesofágico, por eso, la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha establecido las diferencias entre el reflujo gastroesofágico (RGE) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
Distinciones entre ERGE y RGE
El reflujo gastroesofágico, también llamado RGE, son los movimientos indetenibles a nivel estomacal que a veces se reflejan en el esófago, en la nariz y en la boca.
Es importante señalar que, cuando el reflujo se vincula con otros síntomas o si su persistencia es latente después de transcurrida la etapa infantil, se convierte en una enfermedad. Esta condición, al mantenerse en el tiempo, recibe el nombre de enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE.
Hay que diferenciar que el RGE en los niños no está considerado como una enfermedad, por lo tanto, no está presente la “E” al inicio de dichas iniciales (ERGE).
En el área médica, el RGE está tipificado como normal y, a los bebés que lo sufren, se les dice que son bebés alegres que regurgitan, porque en ellos no existe mal humor y no reflejan dolor cuando presentan este síntoma.
Es decir, paradójicamente si lo comparamos con el adulto, el bebé tiende a sentirse bien después de que regurgita. Algunos síntomas que identifican el RGE son concurrencia de problemas alimentarios de connotación leve, como, por ejemplo: la alimentación ocasional prolongada o interrumpida.
La normalidad del reflujo o el RGE
Cuando se habla de la normalidad del reflujo, se dice que este comienza en algunos casos a las 2 o 3 semanas de haber nacido el bebé y que se extiende hasta los 4 o 5 meses.
Esto significa que casi todos los bebés que nacen a término, presentarán la sintomatología completa hasta alcanzar los 9 a 12 meses de edad. Lo trascendental es que el RGE casi siempre desaparece en la medida en que el tracto digestivo superior va madurando.
Hay que destacar que el niño, en su desarrollo normal, cuando ya está en capacidad de controlar su cabeza o de sentarse, ya es factible iniciar con el consumo de algunos alimentos sólidos, estos rasgos de avance y evolución física le ayudará a mejorar la sintomatología del RGE.
¿Qué ocasiona el RGE?
Es importante que tomes en consideración que, si el estómago de tu bebé se encuentra lleno o en el caso de que su posición de repente cambie, sobre todo después de haber consumido su alimento, los contenidos estomacales (la mezcla de alimentos con ácidos estomacales) tienden a presionar la válvula en su lado superior del estómago.
Esto recibe el nombre de esfínter esofágico inferior. Es como un anillo de músculo que se relaja, facilitando que los alimentos trascienden del esófago hasta el estómago, para luego contraerse y mantener adentro los alimentos.
Al no estar totalmente desarrollado, o si abre en el momento menos adecuado, los contenidos estomacales regresan al esófago.
Cuando los niños son de mayor edad, la dieta es fundamental. Las comidas copiosas, picantes, con exceso de ácido, aunadas a las bebidas con cafeínas o carbonatadas, pueden ocasionar síntomas del RGE. Destacando que esta sintomatología es más proclive en niños obesos.
¿Cómo puedo determinar si mi hijo tiene ERGE?
El ERGE es diferente al RGE, solo que ambos se vinculan por la presencia de reflujos.
En el caso de que tu hijo presente alguno de estos síntomas, debes avisar al pediatra que lo atiende de inmediato para diagnosticar o descartar una ERGE. Estos son algunos de los síntomas:
- Pérdida del apetito.
- Si refleja algún dolor a través de su llanto, mientras come.
- Cuando hay sangre en su reflujo o tiene un color verdoso.
- Cuando el reflujo es más frecuente y fluido.
- Cuando su estómago se nota como hinchado y duro.
- Si existe algún síntoma respiratorio de cuidado.
Otro de los síntomas que pueden prender las alarmas de que tu bebé sufra de ERGE es que no logre aumentar de peso, rechace totalmente los alimentos y que sus micciones y necesidades físicas sean escasas.
¿Qué evaluación le hará el pediatra a mi bebé si sospecha que tiene ERGE?
Si el pediatra sospecha que tu bebé sufre de la ERGE, estudiará sus síntomas e indaga sobre su alimentación, tomando en cuenta el crecimiento del niño, además de su altura y su peso. Esto arrojará una gráfica de crecimiento que permitirá aclarar las dudas.
Es de vital importancia que el diagnóstico pediátrico sea certero y se base en una evaluación objetiva, amparada por exámenes y estudios que lo corroboren. Esto dará cabida a que el tratamiento que se le aplique sea el más adecuado.
¿Qué tratamiento se puede aplicar ante el ERGE o el RGE?
Generalmente, los padres anhelan una rápida solución cuando los bebés regurgitan, pero este proceso lleva su tiempo.
Lo primero que se sugiere es que debe haber un cambio en su estilo de vida, tanto de alimentación, posición y la toma de medicamentos, para controlar dicha molestia.
En ocasiones, cuando el RGE o el ERGE son graves, se recomienda un procedimiento quirúrgico para corregir las anormalidades que existan a nivel del estómago y esófago. Esta cirugía recibe el nombre de fundoplicación.
Tratamiento para ser aplicado durante sus primeros meses de vida
- Es importante que el niño expulse todos los gases estomacales de manera natural después de haber recibido su alimentación.
- La alimentación debe ser proporcionada en pequeñas cantidades y de manera pausada para que el niño lo asimile con normalidad.
- Trata de mantener al niño en posición vertical media hora después de ser alimentado.
Tratamiento sugerido para los niños más grandes
Cuando se trata de niños de mayor edad, se sugiere lo siguiente:
- Evite darle al niño frituras y grasas con frecuencia, ya que estas reducen el vacío del estómago, promoviéndoles el reflujo.
- En el caso de que el niño sea asmático, los medicamentos para el asma pueden ocasionar que el esfínter esofágico inferior tenga cierta relajación, lo cual permite que los contenidos estomacales regresen al esófago.
- Estar siempre alerta ante aquellos alimentos que tienden a producir acidez o reflujo en los niños para excluirlos de su dieta.
- El pediatra es la persona autorizada, ante cada caso, para recomendar medicamentos que reduzcan o neutralizan el ácido estomacal. Es una manera muy apropiada de combatir los síntomas vinculados con la ERGE.
¿Cuándo es oportuno que el pediatra refiera al niño a un gastroenterólogo pediátrico?
Cuando se dé cuenta de que el problema se ha agudizado y que es más efectivo que el niño sea atendido por un gastroenterólogo pediátrico, quien es un especialista en enfermedades del tracto intestinal, incluyendo el ERGE.
Las razones que lo pueden inducir a la toma de decisión son:
- Bajo aumento de peso del infante.
- Dificultades en la alimentación.
- No responder a la terapia médica.
Un gastroenterólogo pediátrico chequeará todo lo acontecido con el niño, en cuanto a lo relacionado con su dieta y las gráficas de crecimiento. Basado en esto, decidirá cuál deberá ser el tratamiento más efectivo que ayudará al niño a superar dicha condición.
El gastroenterólogo pediatra le hará un seguimiento al cambio en el estilo de vida del niño y evaluará si este requiere de algunas pruebas adicionales que logren controlar y corregir ese severo malestar estomacal producido por el reflujo gastroesofágico.